El Museo Dapper, uno de los más importantes de Francia dedicado al arte africano, se mudó a unas instalaciones totalmente nuevas (2000) y en el proceso, tras una reflexión en profundidad, decidió reorientar sus objetivos.
Desde su creación y a través de dos grandes exposiciones anuales de primerísimo nivel, el museo trataba de introducir al visitante en las culturas africanas poniendo a su alcance piezas de valor histórico singular y de la más alta calidad artística.
Desde su reapertura, el museo Dapper ha extendido su mirada y ha apostado por un concepto mucho más actual. Se ha propuesto enlazar las expresiones culturales que las comunidades de origen africano han producido en su diáspora en América (Latina y del Norte) y en Europa con sus raíces en el continente negro.
Su programa de dos exposiciones anuales se abre ahora mucho más y se compromete en un debate que ha cobrado una importancia crucial en nuestro tiempo. Rechazando la necesidad de los conflictos culturales, reconoce la actualidad y la solvencia de las expresiones artísticas nacidas de culturas diferentes y pretende destacar, recuperando sus orígenes, los elementos que las hacen únicas y valiosas.
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