martes, 5 de junio de 2012

Cutty Sark


Cutty Sark
Greenwich - Londres

El Cutty Sark fue el último clipper de los que navegaron por las rutas del té. Casi perdido, tras un incendio, ha sido ahora restaurado...


King William Walk - Greenwich
Londres - Reino Unido

www.rmg.co.uk/cuttysark/

Fueron el canto del cisne de la navegación comercial a vela. Los Clipper revolucionaron el comercio por mar y alcanzaron a mitades del siglo XIX velocidades impensables hasta entonces. De cuerpo estrecho, no muy grandes, con tres o cuatro palos, y una gran superficie de velas cubrieron las rutas a China para transportar te y también opio. Y tuvieron buena demanda con ocasión de la fiebre del oro, cuando la velocidad era crucial para quien quisiera llegar el primero.

El Cutty Sark fue el último clipper de los que navegaron por las rutas del té y quedó, como una pieza medio olvidada de museo, amarrado en el Támesis... hasta que se incendió. En 2007 las llamas estuvieron a punto de terminar con un barco que había marcado una época.

Pero Londres no deseaba  perder al buque que había apadrinado ni tampoco lo quería Gran Bretaña, orgullosa de una tradición naval sobre la que había construido su historia. Una soberbia restauración que ha durado seis años ha devuelto al Cutty Sark su antiguo esplendor. Acogido ahora en el marco de los Museos Reales de Greenwich, y puesto en seco en un pequeño edificio construido exprofeso,  la reina en persona ha inaugurado la nueva instalación, que ha quedado abierta al público. El barco, calificado de tesoro nacional, se sostiene ahora a unos metros del suelo dejando a la vista el casco entero que aparece como una gran mole metálica flotando en el aire.  Fuera de la estructura acristalada que envuelve el casco, el barco se eleva al aire libre, como en los viejos tiempos, y permite la entrada a los visitantes.

Si Greenwich disponía ya de atractivos y tenía una bien fundada fama en todo lo relacionado con la historia de la navegación, la restauración del Cutty Sark ha añadido un aliciente suplementario y sin duda sorprendente. Aporta, un nuevo motivo para la visita.

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