miércoles, 13 de agosto de 2014

Museo de la Guerra Fría / Base de misiles de Plokštine


Zemaitijos National Park - Plateliai Visitor Centre
Plungės - Lituania


http://www.zemaitijosnp.lt/en/the-cold-war-exposition/

http://coldwarsites.net/country/lithuania/plokstine-missile-base-museum-of-cold-war

Es un museo único y estremecedor, aunque puede defraudar. Y por ello exige una reflexión.
Se trata de una antigua base de lanzamiento de misiles rusa instalada en Lituania. Una base construida en los años más duros de la guerra fría para cohetes de
corto y medio alcance armados con cabezas nucleares y que apuntaban a Alemania, Gran Bretaña, Noruega y España.

Cohetes relativamente rudimentarios, de cerca de 30 m de altura, ocultos en silos
construidos bajo tierra, con todas las instalaciones de control de lanzamiento, carga de combustible líquido, comunicaciones, autodefensa frente a un ataque nuclear... y rodeados del más absoluto de los secretos.

Una zona natural, hoy un
parque nacional, con vegetación boscosa fue el lugar elegido para la base de misiles. Una pieza del sistema soviético que sostenía la política de disuasión nuclear que oriente y occidente habían establecido como base para un equilibrio del terror que contenía a unos frente a otros.

Las conversaciones de desarme nuclear empezaron por reducir el arsenal de misiles de corto y medio alcance próximos a la frontera entre Rusia y occidente y con el mismo secreto que se construyó la instalación de Plokštine se desmanteló y se retiraron los materiales
ultra secretos con que se había dotado la base. Mas tarde, ladrones en busca de cables y piezas de chatarra contribuyeron a borrar las huellas de lo que había sido el lugar, hasta que intervino es estado y convirtió la base en un museo.

El Museo de la Guerra Fría es un museo testimonial al horror y al despropósito humano. No quedan misiles, ni pantallas, ni el famoso botón con llave que debían apretar al mismo tiempo dos personas para que no fuera solo una quien ejecutara la
decisión de desencadenar la locura. Pero los silos, las grandes tapas en la superficie del suelo, y los pasillos subterráneos con puertas metálicas a prueba de explosiones se mantienen y guardan una importante información
sobre la época y sobre el peligroso modo basado en el terror que las grandes potencias implantaron para mantener la paz.

Terminada la época de la guerra fría, y quién sabe si en el umbral de una versión más actualizada
de las mismas tensiones que enfrentaron hace unas décadas oriente y occidente, la vieja base de Plokštine no deja indiferente a quienes la visitan y resulta un alivio verla, despojada de sus poderosas armas, como el testigo de una época que concluyó.

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